“Mujer, Tu Vida es Una Experiencia de Aprendizaje”

Como mujeres, a menudo nos sentimos abrumadas por las demandas y circunstancias de la vida, lo que resulta en estrés, miedo, preocupación, impaciencia, fatiga, frustración e incluso depresión.

La verdad es que fuimos creadas para sentirnos abrumadas. ¡no por la vida, sino por Dios! Cuando aprendemos a sentirnos abrumadas por Dios, el fruto de nuestra vida pasa de dañado a fragante, llenando nuestros días de paz, esperanza, amor y gozo. Nos convertimos en una mujer increíble.

Mujer, tu crecimiento ha llegado por etapas. Quizás alguna vez fuiste esa niña tímida que tenía miedo de florecer y todos se preguntaban si tu tranquilidad te consumiría.

Te convertiste en esa preadolescente bocona con un falso chip en su hombro; cunado en el fondo solo estabas tratando de encontrar esa voz [personal e interior. Ese período de tiempo fue de hecho un experimento fallido. Te convertiste en esa adolescente que lleva el mundo sobre su hombro porque la vida da vueltas fuera de tu control. Todavía eras muy joven para comprender muchas cosas. Pero Dios sabía quien tú eras y en quien te ibas a convertir, y aun así, lo llevaste todo con mucha gracia y control.

Te convertiste en una mujer joven dispuesta a explorar la vida y sus posibilidades, pero el miedo a volar estaba profundamente arraigado en ti. Colocaste paredes, y barricadas, etc. porque cualquier otra cosa estaría fuera de tu control. Hasta quizás, dejaste pasar el verdadero amor que Dios te envió, porque no tenías confianza en ti misma, ni lo supiste apreciar.

Eras una mujer joven emocionalmente insegura y temías el quebrantamiento que podría haber ensombrecido al amor. Sin embargo, tus tantos años ya vivido, son la mujer que estabas destinada a ser: tan llena de vida, amor y emociones crudas que irradian por tus poros.

Te permitiste ser vulnerable y eso también estuvo bien para ti. Has peleado por enfocar tu vida más allá de lo que habías debido y eso estuvo bien para ti, porque te permitió cometer errores, lo cual te sirvieron de gran lección. Te prometiste a ti misma no volver a cometerlos nunca más, pero entendiste que por ese medio también creciste.

Mujer,  hay mucho más que necesitas hacer, mucho más que necesitas ver, mucho más que necesitas sentir y aun mucho más que aprender. Se siempre amable contigo misma y no quebrantes tu espíritu. No dejes que tu debilidad se aproveche de tu mente. Mantén el control constante de la belleza que existe tan profundamente en ti. La belleza con la cual Dios te formo.

Tu vida es una experiencia de aprendizaje: tómalo todo y aprecia cada detalle que encuentres a medida que creces. Continúe amando y perdonando a todos y todo; será mejor por ello. Fuiste creada de manera maravillosa y eres amada por Él ser más bondadoso, amoroso y espectacular que existe en el universo. Fuiste creada por un Dios Poderoso que conoce tu valor.

Así que te recuerdo que: “Tu vida es una experiencia de aprendizaje; asimila todo y aprecia cada detalle que encuentres a medida que creces. Continúe amando y perdonando a todos y todo. No solo serás mejor por eso, pero crecerás para bendecir a otras personas, mientras difundes el amor perfecto de Dios que ahí en ti".

“Eres Princesa de Dios y Naciste Para Reinar”

-Dra. Sarah Barek

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