“Estamos Aprendiendo & Siendo Transformadas”
En Romanos 12:2, la
biblia nos dice: “Y no os adaptéis
a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente,
para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable
y perfecto.
Si buscas el significado de la
palabra “transformación” encontraras muchas respuestas. En algunas de estas,
encontraras algunas de estas: imágenes de un persona con un antes y después de
una dieta rigurosa, algunas muestran el
beneficio de una eliminación de tatuajes o un procedimiento de maquillaje
permanente. Cualquier habitación de tu casa también puede ser trasformada. Solo
tienes que llamar a un profesional en diseño interior y este decorador,
transformará tu hogar.
La palabra transformación a través
del mundo, es muy diferente a la palabra “transformación” de la cual la Biblia
nos habla. El mundo se concentra en cambiarnos o transformarnos por afuera, la
parte que todos pueden ver. El Señor sin embargo, está interesado en
“transformar” en lo que somos por dentro - nuestros corazones.
¿Y cómo sucede esta transformación?
Todos los que hemos eliminado ese
velo, o ceguera espiritual podemos ver y reflejar la gloria del Señor. El
Señor, que es el Espíritu perfecto, nos moldea más y más en su imagen y a
medida somos transformados en su imagen glorioso.
2 Corintios 3:18 “Pero nosotros todos, con el rostro descubierto,
contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo
transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el
Espíritu.”
Después de Moisés recibir los Diez Mandamientos
del Señor en el Monte Sinaí, su rostro resplandeció con un brillo que provenía
de estar en la presencia del Dios Santo. Ese brillo se desvaneció gradualmente.
Hoy en día, cuando los cristianos contemplan la
gloria de Dios, particularmente la gloria de su amor, revelado a través de
Jesucristo nuestro Salvador, algo diferente ocurre. La gloria de Dios no
desvanecer, sino que en cambio, la gloria del amor de Cristo por nosotros
permanece y nos transforma más y más en la imagen de su hijo Cristo.
¡Wow, que privilegio! ¿Cuándo estamos ante la presencia del Señor? Es eso muy claro.
Estamos en su presencia cuando leemos su Palabra, especialmente cuando leemos
sobre su inmenso amor, sobre su perdón para con nosotros, el cual no tiene fin,
y el cual es eterno y sin dar nada a cambio.
Durante esos momentos el Espíritu del Señor
trabaja en nosotros para ir cambiándonos y si, es ahí cuando somos
“transformados” de adentro para afuera.
Dios promete en Ezequiel 36:26 “Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de
vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de
carne.”
¡Eso mujer, es una
transformación! Tú no tienes que hacer más nade que creerle, y permitirle que
“trasforme” tu vida. Muchas veces tus malas decisiones te alejan de Él y
después te preguntas, ¿Por qué me suceden estas cosas? , o ¿porque estoy
pasando estas situaciones sí yo creo en el Señor? La respuesta es muy simple.
Le conoces y oras, pero no le has permitido a Él moldear tu vida y
verdaderamente “transformarla” como Él quiere para que puedas vivir una vida
plena, feliz y con propósito. Es por eso que tomas malas decisiones, te pasa
todo lo que te pasa y sigues en una centrifuga sin salida.
Mujer,
entiende que no es en tus fuerzas, ni las fuerzas que te enseña el mundo, o los
programas de televisión feministas, sino en las fuerzas de aquel que te escogió
desde el vientre de tu madre. No eres tú la que se engendró sola, fuiste
engendrada para un gran propósito, para servirle a Él.
Es más, me
atrevo a decir, que mientras más reconocemos el amor inmenso de Dios para con
nosotras, más nuestros corazones tercos y egoístas se someten y se ablandan,
dándole paso a Él para que pueda obrar. Es en eso momento que nuestros
corazones cambian nuestras vidas externas. Y eso se llama “transformación.”
Es en medio de
esa transformación, que tú puedes cambiar tu vida, modelar el amor de Cristo, y
vivir el propósito el cual Él tiene para ti. Esta decisión tan importante solamente la puedes tomar tu, este
paso tan importante solamente lo puedes tomar tú. El control de vivir una vida
totalmente “transformada” solo la tienes tú.
Vive tu gran
propósito confiando, que el que empezó la obra en ti, la terminará. - Filipenses 1:6
“Eres Princesa de Dios y Naciste Para Reinar”
- Dra. Sarah Barek
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