Amada Incondicionalmente
El Amor de
Dios y Su paz siempre están con nosotras.
2 Corintios
13.11
Fue un diseño
simple. Cinco hilos de estambre se unen para tejer una colcha suave. Recuerdo
que de pequeña mi madre tejía cada pedacito entre sus dados y que dichos
pedacitos tejidos majestuosamente cabían entre sus manos. Continuaba tejiendo y
uniendo los pedazos hasta que hubiese finalizado la colchita para mí.
Recuerdo que
esta era mi colchita favorita, tejida con mis colores pasteles favoritos:
lilac, amarillo, blanco, verde y rosa. Aparte de dormir con ella, me acostaba a
mirar la TV y cuando me enfermaba, mi madre me arropaba en mi colchita. Me sentía
amada y segura arropada en ella, pues mi madre me la había hecho especialmente
para mí.
Hoy, todavía la
tengo, aunque ya viejita pero todavía duradera. De vez en cuando, arropo a mis
nietecitas al momento de sus siestas. Cuando la veo, recuerdo el amor
incondicional con la cual mi madre paso horas tejiéndomela hasta entregármela ya
terminada. Las largas horas que le dedicó para terminármela.
Hoy es uno de
esos días que cuando leí este versículo 2 Corintios 13:11, recordé con el amor
y la entrega que mi madre invirtió para hacerme mi colchita y esta
me sirvió de
recordatorio del inmenso amor y dedicación de Dios para mí. De Su paz, pues
cuando la abrazo siento el amor y la paz de mi madre. Así sentí el amor y la
paz de Dios.
No importa lo
que yo haya hecho, lo que haya sucedido, Dios me ama incondicionalmente con un
amor sincero, entregado, dedicado, el cual nos da paz.
El amor de
Dios, como el de mi madre, es incondicional.
El amor incondicional
y desinteresado, dirigió a Jesús a la cruz. Su amor nos sana, nos acaricia, y
nos da paz. Su amor por nosotras es precioso e indefectible. Es consistente,
seguro, constante, y todo porque Él nos ama. Su amor nunca nos deja o nos
desampara.
Él
continuamente nos ama y por medio de Jesús Su Hijo, nos extiende Su gracia y perdón
sin importarle la circunstancia de lo fue y es tu vida. Él solo espera que tú
le des la oportunidad de, perdonarte, restaurarte, amarte, levantarte como lo
que eres: Su Hija.
Recuerda que tú
no eres perfecta y nunca lo serás y Él aun sabiéndolo te espera con manos estrechadas
para darte la bienvenida. Eres Linaje Escogido, Royal Sacerdocio y Su Princesa.
“Eres Princesa
de Dios y Naciste Para Reinar”
Facebook: Mujeres Unidas Internacional - Dra Sarah Barek
Instagram: mujeres.unidas.internacional
Twitter: Twitter.com/@drabarek
www.mujeresunidasinternacional.org
No comments:
Post a Comment