¿Dios, Porque Tu Permites Que Algo Así Me Pase?
1 Reyes 19:3 (a) “Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida…”
Mujer, hay tres filtros de vedad a través de los cuales yo proceso los eventos de mi vida:
1. Dios es bueno.
2. Dios es bueno conmigo.
3. Dios es bueno siendo Dios.
Este es mi punto de partida cuando veo circunstancias maravillosas y dolorosas. Estas verdades me ayudan a considerar las cosas buenas que Dios podría estar haciendo, incluso con realidades que no se sienten del todo bien. Me devuelven a la bondad y misericordia de Dios como el punto de partida para mi continua confianza en Él. Estas verdades siempre me han ayudado a calmar mis miedos fugitivos y emociones caóticas cuando los sentimientos me gritan que yo pregunte: ¿Por qué permites que estas situaciones me sucedan, Dios?
Mujer, yo no te digo que esto sea fácil. Yo también he tenido algunas cosas realmente desgarradoras en mi vida en los últimos años. Desde muy joven, tenía muchas ideas sobre cómo debería o iba a ser mi vida, incluyendo las nociones de lo que un buen Dios permitiría o no permitiría en mi vida.
Dije que confiaba en Dios, pero en realidad, creo que en un momento dado, confié en el plan que yo pensé que Dios debería seguir. Y cuando un día mi vida dio un giro sorprendente lejos de aquellas expectativas, mi alma tembló. Mi paz se evaporó y todo dentro de mí quería correr, esconderse y parar de confiar en ese Dios. ¿Te has sentido tú así alguna vez?
Mujer, pues ni tú, ni yo hemos estamos sola. Esto mismo le paso a Elías in 1 Reyes 19. Es más, si nunca has leído 1 Reyes 18, te recomiendo altamente que lo hagas. Es un capítulo donde vemos que Dios usa a Elías para demostrarle a la nación de Israel, que Él es el único Dios verdadero en una manera milagrosa y poderosa.
Elías debió creerse muy poderoso, viendo a Dios hacer lo que él esperaba que Dios hiciera por él. Y en esencia, Elías se creía grande porque el como "profeta ganó el enfrentamiento en el Monte Carmelo".
Pero que rápidamente pueden cambiar las cosas. Con qué rapidez la confianza absoluta de Elías en Dios se evaporó con una amenaza de muerte de parte de la reina Jezabel. Primera de Reyes 19:3ª nos dice que: “Elías tuvo miedo y corrió por su vida.”
Los eventos que tomaron lugar en 1 de Reyes 18 y luego en 1 de Reyes 19 son espectaculares y edificantes. Espectacular porque podemos ver como el Señor demostraba Su magnífica Supremacía y poder a todo Israel. Edificante porque a pesar de la tremenda demostración del poder de Dios, El Rey Acab y la Reina Jezabel no son derrocados, y Elías termina corriendo por su vida para esconderse.
¿Por qué Elías tenía miedo y estaba desesperado? Pienso que su desesperación provino del mismo lugar conmovedor que mencioné anteriormente - expectativas insatisfechas. Elías probablemente asumió que el reino impío de Acab y Jezabel llegaría a su fin después de la poderosa hazaña del Señor. Sin embargo, ese no fue el resultado, y en ese lugar de expectativa incumplida, el miedo finalmente desmoronó su fe. ¿Te ha pasado lo mismo alguna vez? Pues si eres un ser humano, te lo garantizo.
Aunque Elías experimentó el milagro en el Monte Carmelo, sucumbió al miedo de la persecución.
Elías huye al desierto, lo que muestra y expone una gran verdad de que incluso un gran profeta como Elías, sigue siendo humano y se queda terriblemente corto en términos de fe y afecto por el Señor.
Aun así, el Señor trata amorosamente y con gentileza a Elías - acercándolo con un susurro y dándole instrucciones de qué hacer a continuación.
Dios no arregla las cosas de la manera en que Elías pensaba que deberían arreglarse, pero lo guía.
¿Y no es interesante como el Señor lo lleva de regreso al desierto? (1 Reyes 19:15) Después de todo, a menudo es dónde Dios lleva a Su pueblo para enseñarles Su perspectiva, la cual florece en una fe más profunda al final.
El Señor le da a Elías una segunda oportunidad para enfrentar las mismas luchas antes de correr y esconderse, excepto esta vez, con la perspectiva y la fe correcta.
Esta vez, Elías ve que el plan de Dios es bueno. Y lo mismo es cierto para nosotras. Los planes de Dios no tienen que coincidir con nuestros planes para que sigan siendo buenos.
Mujer, ¿Qué podemos aprender de estos eventos en la vida de Elías?
La perspectiva es la clave para confiar en Dios y a menudo la claridad que necesitamos para ver las cosas desde la perspectiva de Dios ocurre en las experiencias en el desierto que todas deseamos poder evitar.
Quizás los tres filtros que me han ayudado a mí en mí caminar con Cristo cuando las circunstancias las he visto como injustas, irrazonables y dolorosas, van más allá de lo que yo pensé nunca poder soportar. Pero cuando he dejado que Él tome el control de mi vida, de mis sueños, de mis decisiones, de mis anhelos, de mis frustraciones, de mis miedos y de mis derrotas, Él todo lo torna en una victoria nunca imaginada. Él le da propósito y significado a lo que yo quiero lograr y por ende, a mi vida en general.
Mujer, deja que Dios te muestre Su verdad. Deja que Él te manifieste lo bueno, que Él es, lo bueno que es contigo, y que Él es bueno siendo Dios. Y recuerda:
“Eres Princesa de Dios y Naciste Para Reinar”
Cantares 4:7 - “Toda tú eres hermosa, amada mía, y no hay defecto en ti.”
-Dra. Sarah Barek
www.mujeresunidasinternacional.org
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