"EL SER CRISTIANA Y SERVIR A DIOS,

NO CANCELA NUESTRA FRAGILIDAD HUMANA"

 

Muchas personas, aun en el pastorado, no entienden que una persona puede venir a los pies de Cristo, tener una verdadera conversión e intimidar con el Señor diariamente, pero el hacerlo no cancela nuestra fragilidad humana. Errores del pasado, traiciones que duelen y marcan, abandonos que te dejaron con amarguras y heridas profundas, de ese dolor o pasado que no puedes soltar.

Se suele decir: El Señor te va a sanar y esto es más que correcto, pero tambien tenemos que entender que al nosotros no ser Dios y si ser tripartitos, cada parte de nosotros necesita una atención especial e individual.

Si, Dios nos perdona, si el Señor nos levanta, si el Señor nos restaura, pero en la parte psicológica del ser humano existe la parte psíquica que es la responsable de como actuamos, pensamos y reaccionamos en maneras diferentes: o sea en la felicidad, en el dolor, en la tristeza, etc.

Es muy importante que entandamos y aprendamos a lidiar con situaciones que han causado un gran dolor y trauma en un a persona, por lo cual el ser humano necesita ayuda profesional. El perdonar no nos da un boleto a que si el Señor nos ha salvado, no sintamos dolor, por lo cual tenemos que tratar a la parte afectada del individuo de una manera clínica.

Aun el mismo Señor, sufrió y lloro, y Su Padre tuvo que tratar con Él en una manera íntima y personal dentro del marco que lo que a Él le estaba haciendo daño. Nosotros no somos Cristo, por lo cual necesitamos una ayuda más extensa y profunda.

El espíritu y las emociones son dos cosas completamente diferentes y estas trabajan de manera separada.

Mujer, nosotros estamos aquí para ayudarte con cualquiera situación. Si, claro el Señor te salvo y te perdono, pero ahora necesitas trabajar con tus emociones o situaciones de manera individual y personal.

No eres perfecta, ni esperamos que lo seas, pero en algo si estoy segura, que el Dios que te salvo, y te llamo, te va a usar, y quiere que tú te liberes de todo lo que a ti te ha hecho daño. Cuando tú aprendas a perdonarte, o a perdonar, serás verdaderamente libre para poder hacer la voluntad de tu Padre y vivir tu propósito.

Eres Princesa de Dios y Naciste Para Reinar!

-Dra. Sarah Barek

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